Dentro de las elecciones de este año destaca la candidatura de Vicente Verástegui, líder cañero desde hace más de diez años y ex alcalde de Xicoténcatl, Municipio ubicado en el centro del Estado y cerca de una de las zonas más afectadas por el narcotráfico. Vicente es hermano del presidente del Partido Acción Nacional a nivel Tamaulipas, César Verástegui, quien ya fue alcalde en dos ocasiones del mismo municipio. Los hermanos Verástegui se reparten esa desapercibida alcaldía entre ellos u otros presidentes municipales del mismo partido, desde hace más de 10 años.

Sin embargo, el PAN no es la única fuerza desde la cual los Verástegui ejercen su cacicazgo. En el periodo de Vicente como líder de la Unión Cañera, ha predominado un despilfarro de los bienes que deberían dedicarse a la producción agrícola. Faltan recursos para el trabajo de los productores, quienes terminan por vender sus parcelas una vez que no son rentables. A la par, el líder cañero adquiere predios a bajo costo, y compra automóviles de último modelo por altas sumas de dinero.

Por ejemplo, se tiene información sobre predios adquiridos por el hermano del “Truco”; uno de ellos, de clave catastal 39-01-05-044-020, con un valor de alrededor de $10,000.00 pesos. Y con relación a sus automóviles, se sabe que Vicente Verástegui posee modelos 2015 de Camaro, Mustang, Dakota y Chevrolet Tahoe, que juntos suman una cantidad cercana a los $2’000,000.00 de pesos, siendo que su supuesto salario mensual como líder del Comité Producción Cañera no supera los $20,000.00 pesos.

Estos gastos se suman a las carreras universitarias de sus dos hijos, quienes estudiaron en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Monterrey, una de las instituciones privadas más costosas del país.

Asimismo, el ahora candidato a la alcaldía de Xicoténcatl no pierde la oportunidad para organizar sus jaripeos y fiestas con las que busca ganarse la simpatía del pueblo, a pesar de realizarlas fuera del periodo de candidaturas. Es un gasto excesivo si se consideran las condiciones en las que se encuentran los productores de caña, pero es sin duda una inversión para la campaña de Vicente Verástegui, con el viejo método del “Pan y Circo”.

No hay justificación aceptable para que, por un lado, los productores de caña pierdan sus parcelas y no tengan los recursos necesarios para hacer su trabajo, y por otro, sí existan cantidades inconmensurables de dinero a disposición del candidato Vicente Verástegui, ya sea para su campaña o para sus intereses personales. Esperemos que no sea demasiado tarde para que la sociedad tamaulipeca despierte y denuncie el cacicazgo de los hermanos Verástegui, quienes perpetúan su poder en el ramo de la producción de caña, en la política y también, se dice, desde sus vínculos con el narcotráfico.